Malposiciones más frecuentes de los
Párpados
Malposiciones de los párpados. Cualquier alteración en la posición de los párpados puede comportar una mala protección ocular, alterar la superficie ocular y comprometer la función visual.
La cirugía es la opción más efectiva para solventar los problemas funcionales más frecuentes de los párpados, si bien el oftalmólogo deberá valorarla en función del grado de severidad que presente cada caso.
Entropión, Ectropión y Ptosis Palpebral
- El entropión: es la inversión del párpado inferior hacia adentro, es decir, hacia el globo ocular, de modo que las pestañas contactan con la córnea. Este contacto continuado provoca irritación y escozor ocular muy molestos para el paciente, excesiva producción de lágrimas, e incluso, puede ocasionar lesiones más graves como erosiones o úlceras.
- El ectropión: consiste en la rotación del párpado inferior hacia afuera, alejándose del globo ocular, cuyas consecuencias son similares a la del entropión (lagrimeo constante, acción irritante y escozor en la superficie ocular, etc.)
- Ptosis palpebral o párpados caídos: es la caída del párpado superior que cubre parcial o totalmente el ojo. Esta alteración de su posición normal puede afectar el campo visual, llegando a interferir seriamente en la visión del paciente.
TRATAMIENTOS
ENTROPIÓN Y ECTROPIÓN
Cuando el tratamiento lubricante no es suficiente, el oftalmólogo recomienda acudir a este procedimiento quirúrgico para colocar los párpados en la posición correcta y conseguir así unos resultados definitivos.
Técnica de Quickert
El tratamiento quirúrgico del entropión consiste en la tensión del párpado y sus inserciones para devolverlo a su posición normal. Para ello existen diferentes opciones, una de ellas es la técnica de Quickert. Esta consiste en la colocación de dos o tres puntos de sutura en varios puntos de los párpados, de modo que lo restituyan a su posición normal. Este procedimiento es rápido y se realiza bajo anestesia local, sin incisiones en la piel y de forma ambulatoria.
La intervención tiene resultados inmediatos y las molestias durante la misma son mínimas, permitiendo al paciente retomar sus actividades cotidianas en el mismo día. La duración del procedimiento es de unos 30 minutos y se realiza con anestesia local.
Tira tarsal
El tratamiento definitivo del ectropión es quirúrgico. Una de las técnicas con uso más extendido es la tira tarsal, a través de la cual se logra el tensado del párpado inferior, anclándolo al reborde orbitario. Esto sirve tanto para corregir el ectropión como otros problemas de laxitud palpebral.
La cirugía con tira tarsal se realiza con anestesia local y tiene una duración de entre media hora y una hora. Además, puede requerir de procedimientos complementarios (como la cirugía de reinserción de los músculos retractores) para lograr resultados óptimos. La recuperación suele ser rápida, pudiéndose reincorporar el paciente a sus actividades en pocos días (a lo sumo, puede presentar inflamación y algo de hematoma local).
Resección palpebral en cuña
Otra opción para solucionar el ectropión es la resección palpebral en cuña. Se trata de una técnica de tensado del párpado por medio de la resección de un segmento del mismo en forma de cuña. Es decir, consiste en retirar una cuña de tejido del párpado para unir posteriormente los bordes con puntos de sutura, y lograr así tensarlo.
Esta también es una intervención ambulatoria, que se realiza con anestesia local, y que tiene una duración aproximada de 30 min. En el posoperatorio el paciente tendrá unos puntos de sutura en el párpado (que pueden ser reabsorbibles), y debe aplicarse, como en la mayoría de los casos, un antibiótico local.
PTOSIS PALPEBRAL
La cirugía oculoplástica de la ptosis es el procedimiento más utilizado para resolver esta malposición del párpado conocida como párpado caído.
En los casos más moderados, el oftalmólogo especializado en cirugía plástica ocular tiene como objetivo tensionar el músculo de elevación del párpado superior, que se encuentra caído, para conseguir la simetría de ambos párpados.
Resección del músculo elevador
Para la corrección de la ptosis palpebral leve o moderada, habitualmente congénita, se realiza la resección del músculo elevador, que consiste en el acortamiento del músculo elevador del párpado.
Esta cirugía tiene una duración de entre 30 y 45 minutos, y se realiza con anestesia local (infiltración subcutánea). La recuperación suele ser corta (unos pocos días), con pocas molestias locales.
Müllerectomía
Otra técnica de corrección de la ptosis palpebral, por lo general las de grado más leve, es la müllerectomía. Esta se basa en el acortamiento y la sutura del músculo de Müller, y permite solucionar ptosis palpebrales pequeñas en poco tiempo y sin cicatrices visibles.
Este procedimiento dura entre 30 y 45 minutos, y se realiza con anestesia local (infiltración subcutánea). La recuperación suele durar unos pocos días, con leves molestias locales.
Cuando el paciente presenta una ptosis palpebral más grave, la técnica quirúrgica se orientará al reposicionamiento y fortalecimiento de dicho músculo elevador.
En función de las causas que originan la ptosis se pueden utilizar diferentes técnicas, mínimamente invasivas y sin incisiones visibles. Este tipo de cirugía puede complementarse con otros tratamientos de la plástica ocular como la blefaroplastia, en la que se elimina el exceso de piel del párpado superior.
Otras patologías
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