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Oculoplastia

Tratamiento de arrugas: Bótox

El bótox es un tratamiento común para el contorno de los ojos, la zona más delicada del rostro. Al igual que el resto del cuerpo, esta zona también sufre los efectos del envejecimiento natural. La pérdida de firmeza y elasticidad de la piel de la región periocular se manifiesta mediante la aparición de las “patas de gallo” y de las arrugas en el entrecejo y la frente.

Además del inevitable paso del tiempo, la herencia genética, los malos hábitos alimenticios, el estrés o la falta de un descanso adecuado son algunos de los factores que pueden acelerar su presencia.

Para eliminar de manera satisfactoria las arrugas que se manifiestan en la mitad superior de la cara por la gesticulación y lucir un aspecto más rejuvenecido sin necesidad de cirugía, se puede recurrir al tratamiento con Botox ® (toxina botulínica). Este tratamiento estético permite al paciente recuperar una piel tonificada y tersa, revitalizando la expresión de su rostro.

Para lograr resultados excelentes y seguros para el paciente, es fundamental ponerse en manos del oftalmólogo especializado en oculoplastia. Además de proporcionar la solución estética más adecuada, aportará un profundo conocimiento de la anatomía ocular y de su funcionalidad, garantizando el máximo cuidado de la salud visual.

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NUESTRA TÉCNICA

Se trata de una técnica de aplicación de bótox sencilla, rápida y sin necesidad de anestesia. La realiza el oftalmólogo especialista en oculoplastia, garantizando el mejor cuidado de la salud ocular.

Este tratamiento se aplica en la consulta, mediante la inyección de un medicamento compuesto por una proteína natural, que actúa inhibiendo la contracción muscular de manera controlada y temporal. Gracias a la relajación del músculo tratado, se consigue reducir la aparición de las arrugas que suman años a la mirada, al tiempo que se conserva la expresividad facial.

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RESULTADOS

Los resultados de la infiltración de bótox se hacen evidentes a los pocos días y se mantienen durante varios meses, ofreciendo un aspecto natural y una mirada rejuvenecida gracias a la reducción o la eliminación de las arrugas y las patas de gallo.

Transcurrido este tiempo, el músculo recobra su función y puede volver a producir arrugas. Por esta razón, se recomienda repetir su aplicación, siempre con moderación, y atendiendo a las indicaciones del oftalmólogo especializado en oculoplastia.

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