Superficie ocular y córnea
La superficie ocular está formada por diversas estructuras oculares que resultan imprescindibles para una óptima visión: córnea, conjuntiva y película lagrimal.
Qué es
El estudio de la superficie ocular y córnea es una subespecialidad oftalmológica que se ocupa de la prevención, diagnóstico y tratamiento médico y/o quirúrgico de aquellas patologías que afectan a la córnea, conjuntiva y película lagrimal, que son las diferentes estructuras oculares que la integran. Es conveniente velar por un cuidado adecuado de esta parte del sistema ocular, ya que contribuye a mantenerlo en óptimo estado desde el punto de vista funcional y estético.
La córnea es una estructura anatómica que se encuentra en la parte anterior del ojo y que está recubierta por varias capas de tejido. Cumple dos funciones principales. Por un lado, actúa como un escudo protector del ojo respecto de los agentes externos con los que está en contacto, compartiendo esta función protectora con la película lagrimal y el párpado. Por otro, permite el paso de la luz desde el exterior al interior del ojo, así como el enfoque de las imágenes en la retina, gracias a sus propiedades ópticas de refracción.
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En un ojo normal, las imágenes que llegan a la retina se enfocan directamente sobre ella, obteniendo una visión perfecta. Por el contrario, cuando las imágenes convergen en un punto situado fuera de la retina, se produce una percepción alterada de las mismas y, en consecuencia, la visión se vuelve borrosa. Cuando esto ocurre, el ojo presenta un defecto de refracción.
La conjuntiva es una membrana mucosa transparente que recubre el interior de los párpados y la mayoría de la superficie externa del globo ocular y que está irrigada por vasos sanguíneos. La transparencia de la córnea y una curvatura adecuada son dos aspectos fundamentales para que pueda realizar su función correctamente.
La película lagrimal es una fina capa que recubre la córnea y la conjuntiva del ojo. Aunque apenas es perceptible a simple vista, tiene una función vital para la salud ocular, ya que se encarga de proteger ambas estructuras oculares (las más superficiales del ojo) de las agresiones externas a las que están expuestas y de humedecer el ojo. De hecho, para evitar que se deseque, la película lagrimal se repone continuamente mediante el parpadeo, repartiendo la lágrima de forma homogénea por toda la superficie ocular.
Principales problemas que resuelve la especialidad de
Superficie Ocular y Córnea
Hay diversas enfermedades de la superficie ocular que pueden alterar sus características y provocar una visión defectuosa, entre las que se encuentran afecciones inflamatorias de la córnea (queratitis) y de la conjuntiva (conjuntivitis), deformaciones de la estructura corneal (queratocono), patologías infecciosas del globo ocular (úlceras corneales) o alteraciones de la película lagrimal (ojo seco).