Oftalmología Pediátrica
La hipermetropía en niños
La hipermetropía en niños es un defecto de la refracción que provoca una visión borrosa e incómoda de objetos próximos (y, en ocasiones, también de lejanos). Al contrario de la miopía, las imágenes se enfocan por detrás de la retina y no, directamente sobre ella.
Los niños que padecen hipermetropía se caracterizan por alteraciones en las diferentes estructuras del ojo como su curvatura corneal, la potencia óptica de su cristalino (escasa potencia) o el tamaño de su globo ocular (longitud menor de lo normal).
Al igual que la miopía, la hipermetropía tiene un importante componente hereditario.
La hipermetropía afecta al 30% de los españoles y se presenta hasta en el 70% de los recién nacidos.
OJO NORMAL
HIPERMETROPÍA
La hipermetropía en las diferentes edades
INFANCIA
La hipermetropía afecta a la mayoría de los recién nacidos, ya que sus ojos no están desarrollados por completo todavía.
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Sin embargo, esta anomalía visual tiende a corregirse de forma natural, a medida que el niño crece, ya que su ojo tiene una gran capacidad de acomodación y logra compensar la mala visión de cerca.
Cuando el problema persiste y no se corrige de forma adecuada, pueden desencadenarse otras alteraciones visuales, como ojo vago o estrabismo.
Aunque la hipermetropía no se puede prevenir, es aconsejable realizar una revisión oftalmológica completa a partir de los 3-4 años para detectar o descartar cualquier alteración visual todavía latente. Si se tienen antecedentes familiares o existe algún síntoma previo, se recomienda realizar dicha revisión antes de esta edad.
ADOLESCENCIA
Los jóvenes con hipermetropía y baja graduación no la suelen manifestar ya que la compensan a través del esfuerzo de acomodación.
EDAD ADULTA
En los adultos mayores de 40 años, la hipermetropía puede confundirse con la presbicia o vista cansada.
Sin embargo, esta anomalía visual tiende a corregirse de forma natural, a medida que el niño crece, ya que su ojo tiene una gran capacidad de acomodación y logra compensar la mala visión de cerca.
Cuando el problema persiste y no se corrige de forma adecuada, pueden desencadenarse otras alteraciones visuales, como ojo vago o estrabismo.
Aunque la hipermetropía no se puede prevenir, es aconsejable realizar una revisión oftalmológica completa a partir de los 3-4 años para detectar o descartar cualquier alteración visual todavía latente. Si se tienen antecedentes familiares o existe algún síntoma previo, se recomienda realizar dicha revisión antes de esta edad.