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Existen diferentes técnicas para el tratamiento de los defectos refractivos. Una de ellas es la operación con lente ICL, una alternativa cuando la opción láser no está indicada por el especialista.

Las lentes ICL

Son unas lentes fáquicas, es decir, que se implantan entre el cristalino y la córnea, para corregir la miopía, hipermetropía o astigmatismo. De hecho, permiten corregir varios defectos refractivos en un mismo procedimiento, ofreciendo un amplio rango de graduaciones (por ejemplo, el astigmatismo y la miopía).

Estas lentillas intraoculares son altamente compatibles con los tejidos oculares y muy adaptables. Además, tienen muchas posibilidades de personalización en función de las necesidades únicas de cada persona. Por otro lado, tienen la ventaja de que protegen los ojos frente a la radiación UV.

¿Soy candidato a una operación con lente ICL?

La cirugía refractiva con lente intraocular ICL está indicada en aquellos casos en los que el especialista en Oftalmología determina que un paciente no es candidato apto para la opción láser.

Dado el caso, el oftalmólogo comprobará a través de una serie de pruebas si las características del ojo son las idóneas para permitir el implante de esta lente.

Concretamente, la operación con ICL está indicada en aquellos casos en los que el paciente tenga:

  • La córnea demasiado fina.
  • La pupila más grande de lo habitual.
  • Graduaciones muy elevadas.
  • Ojo seco.
  • También es especialmente recomendable en pacientes de entre 20 y 40 años que no todavía no han desarrollado vista cansada.

¿En qué consiste la operación con lente ICL?

En Oftalmedic Salvà ponemos a disposición de nuestros pacientes la operación con lente ICL en Palma de Mallorca. Esta consiste en introducir, con máxima precisión, la lente intraocular entre el cristalino (la lente natural del ojo) y la córnea (la capa externa). Esta lente contiene la graduación necesaria para la correcta visión. Por tanto, corrige con eficacia la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, aportando una pronta recuperación de la calidad visual.

Se trata de una cirugía ambulatoria, rápida (aproximadamente 10 minutos) e indolora (no se aplican puntos de sutura ni pinchazos). Se realiza con anestesia tópica, en gotas. Además, al no alterar ninguna estructura ocular, es un procedimiento reversible.

En cualquier caso, será el oftalmólogo el que determinará la opción más adecuada para cada caso particular.

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