Un problema en la visión puede comprometer la seguridad durante la conducción. En este artículo te ofrecemos consejos para garantizar una visión óptima en la carretera.
Al volante es muy importante contar con una buena visión. Es fundamental para cumplir con las normas de tráfico, pero también para garantizar la seguridad de conductores, pasajeros y peatones en la carretera. Sin embargo, uno de cada cinco conductores españoles reconoce tener problemas de visión.
Los especialistas de Oftalmedic Salvà explican cómo una visión óptima es fundamental para una conducción segura y qué medidas se pueden adoptar para mantener la salud visual al volante.
¿Por qué es tan importante la visión al conducir?
El 90% de la información necesaria para tomar decisiones al volante proviene de lo que vemos. Esto incluye evaluar la distancia entre vehículos, detectar señales de tráfico, reconocer a los peatones y anticipar maniobras de otros conductores.
Cualquier alteración en la capacidad visual puede afectar la rapidez y precisión con la que respondemos a situaciones imprevistas, y es que son varias las cuestiones relativas a la visión que afectan a la hora de conducir:
- Una visión borrosa puede aumentar el riesgo de accidentes o colisiones, ya que reduce el tiempo de reacción, dificulta la detección de obstáculos, impide leer las señales, etc.
- Una buena visión periférica es clave para detectar vehículos en los puntos ciegos, bicicletas, peatones que se acercan desde los lados, coches que cambian de carril, etc.
- La percepción de la profundidad permite evaluar correctamente las distancias, cuestión fundamental para frenar a tiempo y evitar accidentes.
- La sensibilidad al contraste es la que permite discriminar un objeto sobre un fondo, como puede ser un vehículo en la carretera.
- La visión nocturna es otra parte fundamental de la seguridad vial. Con la edad, muchas personas ven disminuida su capacidad de ver objetos o personas en la carretera en condiciones de poca luz. Los reflejos de las luces de otros coches, la lluvia o las carreteras oscuras pueden empeorar aún más la visión por la noche.
¿Qué problemas oculares son más frecuentes entre los conductores?
Algunos de los problemas visuales que pueden pasar factura a la hora de conducir son las cataratas, los defectos refractivos sin corregir (miopía, hipermetropía, astigmatismo y vista cansada), la miopía nocturna o el glaucoma.
De acuerdo al macroestudio «Visión y Conducción», realizado por la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial), el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universitat de València y Essilor, el 29,5% de los conductores presenta miopía o hipermetropía. Además, el 38% presenta dificultades de visión en condiciones de baja iluminación. Ante un deslumbramiento, el 44% de los conductores tarda más de 20 segundos en recuperar totalmente la visión central y el 23,5% presentan deficiencias en su visión lateral.
Consejos para conducir “con buenos ojos”
Los expertos de Oftalmedic Salvà comparten una serie de consejos para garantizar una visión óptima al volante:
- Acude a revisiones periódicas: Una revisión oftalmológica anual puede evitar problemas que afecten a la conducción. Esto es especialmente importante para los conductores mayores de 40 años, que pueden empezar a manifestar presbicia o disminución de la visión nocturna.
- Usa tus gafas o lentillas: Casi el 75% de los conductores necesita gafas para tener buena visión. Es importante utilizar las gafas o lentillas, especialmente al conducir.
- Utiliza gafas de sol: Cuando la luminosidad sea alta, usa gafas de sol. Si tienes un defecto refractivo, las gafas de sol deberán ser graduadas.
- Cirugía refractiva: Es una opción eficaz para corregir problemas visuales como la miopía, hipermetropía, astigmatismo o vista cansada. Una visión clara sin la necesidad de usar gafas ni lentillas puede mejorar la comodidad y seguridad al volante.
- Si tu visibilidad no es buena, toma precauciones: Evita conducir con baja luminosidad, reduce la velocidad para aumentar el campo de visión, ten precaución con el consumo de fármacos que puedan afectar a la conducción y conduce por rutas conocidas.
Gafas de sol al volante
La alta luminosidad puede ser un inconveniente durante la conducción. Para hacerle frente, muchos conductores recurren a las gafas de sol. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no se puede utilizar cualquier gafa a al volante. De acuerdo a la DGT, nunca deben utilizarse gafas fotocromáticas ni con filtro de categoría 4.
Esto es debido a que las gafas fotocromáticas se activan (oscurecen) con bastante rapidez ante la radiación ultravioleta, aunque para desactivarse tardan de 3 a 5 minutos, lo que las hace desaconsejables para conducir. Por otro lado, las que tienen filtro de categoría 4 reducen en exceso el paso de la luz, de manera que, al entrar en un túnel, la visión queda gravemente comprometida.
Visión y conducción
Visión y conducción son dos conceptos que van unidos, ya que conducir es una responsabilidad que requiere una visión precisa y clara. Cualquier defecto visual, por leve que sea, puede comprometer la seguridad en la carretera. Por este motivo, es fundamental cuidar la salud visual, realizar revisiones periódicas y corregir los problemas existentes a tiempo para garantizar que la experiencia al volante sea segura tanto para el conductor como para los demás. De acuerdo a los especialistas de Oftalmedic Salvà, ver bien es fundamental para conducir bien.