Paco Luis no solo fue nuestro tesorero durante varios años, él siempre fue uno más de esta familia sin lazos de sangre que es esta Fundación. Se ha ido, y con él se va una parte muy importante de nuestra esencia, y un trozo del corazón de todos los que integramos esta organización.
Gran persona, gran compañero, gran profesional, gran amigo. Atrás quedan ya los momentos vividos, que siempre guardarán un lugar especial en nuestros pensamientos, particularmente en los de Elena Palomeque, presidenta de esta Fundación, y del Dr. Luis Salvà, a los que unía una enorme amistad.
Seguiremos adelante con nuestra labor social, como él hubiera querido. Sin embargo, no podemos negar que nos va a faltar uno de los pilares fundamentales que nos sostenían. Intentaremos que su fuerza y su pasión nos acompañen y nos inspiren siempre, como hasta ahora.
Allí donde estés, te echaremos de menos. Muchas gracias por todo lo que nos dejas.
Hasta siempre Paco Luis, descansa en paz.